De fino hilo dentado y frente a un espejo ondulando,
la vi tentándome el diablo en la intimidad de su cuarto,
acechándome el mulato con su pecho pies y brazos
sobre mi cuerpo abrazados. Y en la efervescencia del
caso la vi venir a mi lado y embelesarse mirándonos,
los dos juntos reflejados en el cristal, cual retrato. La
oí gemir, dos, tres cuatro enumerando entreactos hasta
inmolarnos callados, coitando sin descansar ni besarnos.
la vi tentándome el diablo en la intimidad de su cuarto,
acechándome el mulato con su pecho pies y brazos
sobre mi cuerpo abrazados. Y en la efervescencia del
caso la vi venir a mi lado y embelesarse mirándonos,
los dos juntos reflejados en el cristal, cual retrato. La
oí gemir, dos, tres cuatro enumerando entreactos hasta
inmolarnos callados, coitando sin descansar ni besarnos.
- Dando vuelta por el cuarto, sin dejar un hueco casto.
Tomando cola entre labios y cual bombillo encendida
enrojeciéndome el capullo para no hacerlo apagados,
copulando hasta encerarnos apretados y separarnos
despacio, sin haber aún terminado. Y recomenzando el
relajo a cada paso que dábamos, cinco, seis, siete y los
astros excitados en el cielo disfrutándonos. Y nosotros
dos burlándonos bajo una lluvia de ramos de Milsueños
cayendo acalorados sobre bancos, realizándonos colmados.
enrojeciéndome el capullo para no hacerlo apagados,
copulando hasta encerarnos apretados y separarnos
despacio, sin haber aún terminado. Y recomenzando el
relajo a cada paso que dábamos, cinco, seis, siete y los
astros excitados en el cielo disfrutándonos. Y nosotros
dos burlándonos bajo una lluvia de ramos de Milsueños
cayendo acalorados sobre bancos, realizándonos colmados.
Injertados por sus tallos con pétalos de nardos
blancos excitados en las juergas del jardín botánico,
volando, oliéndonos, saltando y con nuestras lenguas
ensalivándonos nuestros nervios ya sudados. Le vi su
monte de Venus cual volcán en erupción con los fuegos
de sus año, conquistando un pico alto. Calmando ritos,
mojados e implorándome el milagro de rodillas, para
darse mi regalo eyaculado, tocándose con sus manos.
blancos excitados en las juergas del jardín botánico,
volando, oliéndonos, saltando y con nuestras lenguas
ensalivándonos nuestros nervios ya sudados. Le vi su
monte de Venus cual volcán en erupción con los fuegos
de sus año, conquistando un pico alto. Calmando ritos,
mojados e implorándome el milagro de rodillas, para
darse mi regalo eyaculado, tocándose con sus manos.
- Hasta que nos quedamos parados en el lugar donde
estábamos, frente al cristal del espejo, cual retrato.
- Los dos juntos contemplándonos callados…
‒ ¡Orgasmizando!
Images courtesy of Sista Leonarda - Leonarda Guinzburg & Jodler JJby Studiophotoalsace Spalsace & Laila Schmitt.
Sitio web | https://www.facebook.com/SistaLeonarda |
Sitio web | http://www.jodler.net |
http://facebook.com/studiophotoalsace.spalsace |
http://facebook.com/laila.kazakevica |