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Channel: Los Susurros de Cantero
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La leyenda del Caballero bohemio.

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La bella y la Bestia Emma Vuilloud by Olga Valeska for Tony Cantero Suárez
Hace ya un tiempo este cuento me andaba rondando el tintero,
me daba vueltas en silencio y me abstraía durmiendo gravitando
por senderos polvorientos. Me imaginaba despierto por algún
bosque de esos donde se pierden los sesos por sinrazón y sin
remedios ni deseos. Cómo la cruz hecho trueno, bajo arboles y
ya viejo, escondido por graneros y en puertas de cementerios;
y entre las Huestes del Juego y de los delirios que me invento.
En Mariscal del ejército de los ensueños poéticos que lego.
Había una vez un ser bueno que deambulaba pretéritos y
siempre volvía de ellos con el escudo desecho, haciéndose
pasar por ciervo cuando llegaba a algún reino esclavizado por
los maleficios. Se confundía con el pueblo y lo agitaba en su
centro hasta que le sacara fuego, los defendía sin precio y los
guiaba hasta el premio liberando hasta a los presos. Y luego
marchaba a otros suelos; y se olvidaba del resto renaciendo.
Solitario comprendiendo: ¿Por qué se apaga hasta el fuego?
Y en luna llena salía el necio con sus colmillos y hambriento.
Luna llena.
Un divino caballero mordido por un lobo fiero en otros
sueños que añejo, arrepentido de serlo y buscando redención
en el destierro, separado hasta de ejemplos que confundieran
sus huesos con los de malos modelos. Lo mordió un perro ciego
y amnésico vestido como un noble pendenciero, porque vagaba
haciendo esfuerzos para no quedarse en ellos; ya que partidas
y no encierros, buscan siempre los espíritus aventureros.
- Pero recuerdo, que una vez llegó a los predios donde duermo.
Al Condado verde-luz de los misterios, al Edén de los Idilios
duraderos, donde ni guerras, ni enfermos ya tenemos. Llegó
hasta allí ya desecho, el Caballero Bohemio, el redentor de
libertades y derechos para el pueblo. Llegó vestido de negro y
amordazado hasta el cuello por los pelos, rara su voz dejó un
eco y lo entendieron los médicos que le sacaron de un hueco
su cerebro; pues lo encontraron medio muerto en esqueleto.
Enfermo de amor y falta del que no le dieron ni siquiera sus
ancestros; sin sentimientos, ni recuerdos pasajeros de algún beso.
Vacio y agujereado por las sombras del veneno, con el vaso y
los cubiertos que llevaba en su saco lleno desde el día del último
almuerzo en otro pueblo. Lo habían mordido con miedo y lo
dejaron por muerto al borde de aquel sendero, las Hordas de
bandoleros de la rapiña de los perros. No querían ver su ejemplo
colmando a otros seres buenos por el bosque de mis cuentos. Y
le arrancaron corazón, venas y huevos; y el hasta el pecho…
¡Se lo llenaron de pelos…!
Sin saber que aquí en mis predios, curábamos hasta los celos.
Y al partir se fue derecho y enamorado de Rimas, la Musa que
le besó la vida y cambió el cuerpo, con sus besos veinteañeros.
Y no pongo fin al cuento pues no quiero, pues en el bosque lo
veo mereciéndolos; y renaciendo en mi pueblo de amor lleno.
Picture courtesy of Emma Vuilloud by Olga Valeska 
SITIO WEB
SITIO WEBhttp://olgavaleska.blogspot.fr/

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