¿Qué tiene el hombre en sus huesos que todo lo resume en nervios?;
dando sus glúteos maltrechos a todo el que le quite dinero y nunca
le dé derechos. ¿Qué tiene el ser que ser bueno le cuesta como un
juguete nuevo comprado en el mercado negro?; que nunca acierta
por cierto, que pierde hasta el puro gesto. Que quiere ser hasta en
sueños majadero; y tiene los sesos gélidos, como la baba del queso.

¿Y que tiene el cero en el centro; qué asemeja a un punto ciego?

¿Quien describe un verso en besos; y quien se amarga gimiendo?

¿Qué tiene el sentido opuesto a la mitad del sendero, qué tiene el
madero muerto que al cortarlo se hace leño. ¿Qué tiene el cantor de
ensueños que nunca duerme sin ellos?; y que al contarlos ya hechos
se predestina otros sueños. ¿Qué tiene el rostro que no porta velo,
que tiene el cuerpo que cae desecho; qué tienen los marineros que
que navegan en veleros?; y al horizonte y sin remos, pescan fresco.

¿Y que tiene la aspirina que le pone la cabeza nítida a las niñas?

¿Y que tienen las golondrinas que entre las rocas anidan, que gorjean
sin que les digan que su saliva es divina y sus huevos resucitan…?

¿Qué tiene el pobre, que tiene el rico, que tiene el blanco, que tiene
el negro, por qué los serios son jaraneros? ¿Qué tiene el tonto, que
tiene el listo, por qué los rezos claman malditos; si tienes miedo
búscate un perro, si quieres dientes muerde carneros. ¿Qué tienes
tu que sabes de esto, qué tiene el que está descontento, qué dicen
ellos que no comprendo; ¿por qué al hacerlo nos escondemos…?

¿Por qué la bulla, por qué el silencio; por qué…? ¿Y por qué el
bendito destierro nos deja huérfanos? Como hojas secas rendidas,
ante una cruz de cerezo; si no me entienden grito de adentros…

¡Solo el presagio es eterno!

Las nubes pasan tras aguaceros, el sol maduro se vuelve fruto, la
noche oscura apaga los cerros. La luna muda baila un bolero, la
hembra desnuda recoge el premio; y el macho ondula y copula en
celos. Las castañuelas repican truenos, la rumba acaba y se baila
lento, dando patadas por sobre el suelo. La luz se apaga, se oye
un te quiero, las tumbadoras marcan el tempo; y se abre el cielo.

¡Pues quién no inspira el respeto a su talento es solo un necio!

¿Qué tiene el mar del tintero que aunque negro trae sus brisas; y nos
deja melodías en gotas negras de tinta, que aplauden con algarabía.

¿Y que tienen las golondrinas que entre las rocas anidan?; que gorjean
sin que les digan que su saliva es divina; y sus huevos resucitan…