La Diva Divina.

 Oronda la Diva Divina hipnotiza el escenario, pasa las noches cantando dulces
melodías íntimas y entre gemidos vibrando, sola encerrada en su cuarto y rodeada de
retratos de los hombres que ella ha amado. Con el micrófono en la mano se estremece
entre los labios y de entrepiernas mojando se extasía en cada sonrisa, con  sus aguas
llena a cantaros su  bañadera vacía. Grita se agita y delira, ondulando y dando saltos,
baja y sube, se relaja y frente al espejo se empina clamando trinos de encanto. Se va de
lados frenética estirando dedos hasta el fondo de su caño; y se imagina enfermiza en
su teatro. Se eterniza tarareando y se oye su voz clamando, que llega loca al orgasmo.

- Yo soy la ninfa magnifica y mi garganta es un ramo de flores blancas que se erizan;
y canto alto a la vida y cual Diva me estremezco dando armonías que deliran…

- Yo soy la fama que inspira y el regocijo de vivirla, yo soy la toz y la risa y la cascada que
al delta trae corrientes de rio arriba, yo soy la boca que incita a que la besen sin prisa.

- Yo soy la batería que ventila las energías precisas, yo soy la pila de linfa que cuando
se abre destila el plasma de mis entrañas místicas, yo soy cálida como la luz del día…

Y se aventura encendida por su alcoba, colgándose de las cornisas, soltando esperma
hecha olas. Se da de todos los modos contornando sobre colas y esbelta cual bailarina;
y se quita la camisa y acaricia enaltecida en el diván donde se tira haciendo fintas, con
su cuerpo de Hada Madrina devota de las sinfonías que amortiguan. Se vuelve y gira
hacia arriba, se suelta lazos y cintas, se rasga su guitarra rítmica y entre sus piernas
se vacila soltando flema de sus guías. Muestra sus notas en tinta y describe lo que
siente y piza y cómo torre se inclina. Y el vecindario que escucha sus conciertos de
delicias aspirando desvestida, la aplaude cada vez que grita, sea en la sala o la cocina.

- Yo soy la entera medida, la corredora de pista, la modelo de revistas fotografiada
entre sillas, cargada, de espalda y hasta de rodillas. Y muerdo a quien se empecina en
imaginarme frígida, sin libido, paralitica y fría. Yo soy la fuente que pintan del color que
me la pidan, la de la santa vagina que se dilata rendida por la pasión que la habita. La
artista modernista y lirica que abre su boca y recita prosas, baladas y poesías, montada
sobre una barquilla para tentar la partida y ganar cuando coita. Y a solas me pongo rica
embriagada con coronilla y vertiéndome miel de piña que por mis vellos se desliza. Yo
soy la mujer caníbal que se come y deja en trizas a quien la corteja y la conquista.

- Yo soy la hiedra que hechiza consintiéndome yo misma y la tentación de los amantes
surrealistas, la del balcón sin cortinas que se vuelve gelatina y la que si miran se excita.

- Yo doy la tuya, la mía y la reserva de las demás ristras, yo soy la estrella que ilumina
la doble vía aunque la noche esté negra, pues no harto mi colmenar envuelta en cera.

- Yo soy la luna viajera que al sol encierra en su celda y se ejercita prendida, dándole
besos de almíbar, para que le encienda entre sus piernas el monte de su Venus bíblica.

- La que te aprisiona y silba cual sirena entre quimeras, yo soy la toda que cuentan
cuando la lengua le enredan, los restos de la primavera que incita a la lluvia fresca, la
maja de las cuatro velas que las posiciona erecta; y la botella de cerveza que te
embriaga la cabeza y provoca borracheras sempiternas. Yo soy la flor viva helénica que
poliniza con néctar la pradera; y la que se ensucia completa. Y me mastico las venas
hasta sacarme sangre de ellas, cuando me digan que no queda y mis flujos en torrentes
vengan. Y mi escenario solo cierra cuando mi bolsa esté llena de materia y que mi piel
sepa a hierba de marea, yo soy el arco y la flecha que mata las ganas gélidas y las diseca.

̶ La Diva Divina es ella y la he contado con sus letras, cantándose lo que desea, con
sus cuerdas vocales métricas y enseñoreada en su fiesta, hecha agua entre las piernas.

Picture Caya Modèle Pro by Marc Dubord Photographe Auteur & Marc Dubord II.