Ah, la humildad, que precepto de ciegos y que retorica tan ambigua, que opaca, anula y nos vuelve almas sumisas que callan como las excluidas, que viven sin escuchar que hay cimas, que deben siempre ser vistas. Ya que sin reflexionar, solo hasta el pensar se llega. Tengan en cuenta la semántica antes de que esta los divida, si no recuerdan la escuela, la calle y las apariencias de la politica. Si usted es humilde, reviva, sin buscar la riña.
Oh, la filantropía, que no solo significa dar dinero y regalar medicinas, si igual damos pedazos de nuestras vidas, con sinceridad al compartirlas. Eh, no mientas, no escupas si no es de arriba, ni te disculpes si dudas, si tu no has sido la causa que a la incomprensión incita, para que los malos entendidos existan, por culpa de quienes no precisan con comillas. No creas ni que de la alquimia, brota en bulbos melanina cívica, hecha tinta.
– Ay, las utopías, las revoluciones cíclicas y la eternidad, de la empírica poesía…
Y si te sabes un ser que respira, con tus propios defectos y derivas, con tu riqueza y pobreza, con tu dignidad y alta estima, bien ganada en lides limpias, no te rindas. Y has como todo aquel que por las buenas reglas se rija, di que eres el mejor si es que eso inspira, siempre que sepas lo que digas y el porqué eres deportista. Y no te canses de repetirlo, de retorcerlo y redundarlo, ni de reiterarlo y bendecirlo, hasta que devenga rito por capricho.
Hasta que todos unidos, reivindicados y limpios, deseen mejorarse en sus sitios, sin atacar a sus vecinos; y sin creerse más listos. Y canten a coro el mismo himno porque mejores hicimos, un universo lindisimo, solitos. Pero no redimas, deja que sean mejores, por si mismos. Y así la humanidad se llenará de lo mejor que pudimos con nuestra imperfección, pero nos diremos honestos, porque admitiendonos tipos, nos aceptaremos al unísono.
– E igual, eh amigo, ven a mi casa un domingo que te brindare mi espíritu si no tengo vino; y lo prometo, ya que es mejor por creencia y por bonito, no traicionarse siendo distinto…
– ¡Ni así sea en un capitulo, distintivo…!
– Por cierto si he comprendido soy el mejor dando estímulos y liberado lo afirmo por si inspiro con mi espíritu objetivos definidos, a que sea mejor que el mismo, como le he oído.
– ¡Es la modestia, no el tipo…!
– Tomó la vela que se gastaba en el piso, encendió en mi la ilusión cual viejo signo, me miró, sonreímos, la apagó con un silbido, encendió el salon y retirándose reiteró, he dicho.
― Mi abuelo siempre me dijo, hazte el mejor a tu estilo y no el humilde entendido, preciso, pues la humildad es un espíritu asesino del si mismo, me explico, el se llamaba Modesto…!
– ¡Y en vida fui su discípulo, me admito!
[Click on the banners to Shop the Tony Cantero Suárez books at http://www.comprarlibrosde.com/]
Divino Exilio – Kindle – Amazon.fr
BUY THE SPONSORED PAPERBACK BY @AmazonUK