Yo soy tu rosa, la más hermosa, siente en mis notas,
la melodiosa sensación de una guitarra. Yo soy la
Diosa, la col que brota, siente mi aroma corazón
que extasió ingrávida. Yo soy tu Diva, tu canto en
rimas; tu deliciosa creación, tu flor de nata…
Candor de alcoba, fresas y albahacas, mira a mis
pétalos que te abro como poros. Siente mis manos
que te tocan mientras oro; tenerte siempre y no
perderte ni en otoño. Tenerte siempre y darte gozo
a pecho hondo. Mis senos tocas; y me desbordo…
¡Tenerte todo es lo que sueño y no a algún otro!
Y ser tu prosa y tu lengua homérica. Troya, tu
Elena, tu pasión, tus sumos gélidos. Olas y espuma
recalados sobre rocas, tu cera amazónica se agota
por mis venas. Góndolas y siluetas navegando hasta
Venecia, a cielo abierto y estrellado en luna llena.
¡Tenerte solo es lo que anhelo más que todo!
Y si te tienta me abandono a mis demonios; y a ser
besada por tus labios melancólicos. A sol mi piel, que
sabe a miel de guirnaldas. Los dos desnudos, los dos
locos, los dos tortolos. La espalda dada, tu de frente y
yo sin ojos, no poder verte me entristece; te lo imploro.
Mírame y vuelve conmigo al cosmos, ponme alas,
tenme. Y pídeme que te maúlle como gata por
tejados ya sin luces, que me caiga en tu perfume y
que al besarme te inunde con mi dulce; y que hasta
el dolor me penetre, por dónde mi tinta fluye…
Y que si duele, que el remedio sea quererte; y saber
que por mi mueres dando gritos que despierten a
quienes duermen. Y como gloria que enaltece un
cuerpo imberbe, que me apreses; y me beses y me
beses y me beses; siempre que te pida tenerme.
Que sean bellas las memorias de este otoño, los
dos nosotros dos solos. Vuela mi vientre, súdalo
todo; temblando hierves, tu y yo te adoro. Si somos
novios, serás mi Apolo. Y si te tienta me abandono
a tus demonios; que me matan, sobre tu cama…
A ser amada, con ganas ávidas cárnicas; y a ser
plantada y tallada, dentro del agua, célica ardiente.
Como un capullo de leche que en su tasa se desmalla,
con los pétalos sedientes por una corola mágica. Y
como lazos y dientes que embriagados se batallan
para desenlazar la trama, que tus brazos con mis
brazos se me enreden; y que me dejes atrapada…
¡Como amor y campanadas; y carcajadas de gracia!
Por una plaza casada y flechada por tu duende
verde que me inspira la esperanza, deseo vernos en
presente. Y a mis anchas, endiablada, esculpida en
amatistas y esmeraldas; por las hojas de tus versos
ver mis alas, ornadas como lagrimas de magma…
Yo soy tu Ninfa, tu imagen fílmica, tu prosa viva
creación y tus herranzas. Tu deliciosa manzana y
tú canción de madrugadas placidas. Tus venidas
y llegadas avisadas a mi almohada, tus partidas
nunca largas y tus tramas entre sabanas gastadas.
De entrañas blancas mojadas; yo soy tu rosa del alba.
Y si te tienta me abandono a tus demonios que me
matan; a ser plantada y bien besada como mandas.
A ser tu amada; tu flor de nata…
la melodiosa sensación de una guitarra. Yo soy la
Diosa, la col que brota, siente mi aroma corazón
que extasió ingrávida. Yo soy tu Diva, tu canto en
rimas; tu deliciosa creación, tu flor de nata…
Candor de alcoba, fresas y albahacas, mira a mis
pétalos que te abro como poros. Siente mis manos
que te tocan mientras oro; tenerte siempre y no
perderte ni en otoño. Tenerte siempre y darte gozo
a pecho hondo. Mis senos tocas; y me desbordo…
¡Tenerte todo es lo que sueño y no a algún otro!
Y ser tu prosa y tu lengua homérica. Troya, tu
Elena, tu pasión, tus sumos gélidos. Olas y espuma
recalados sobre rocas, tu cera amazónica se agota
por mis venas. Góndolas y siluetas navegando hasta
Venecia, a cielo abierto y estrellado en luna llena.
¡Tenerte solo es lo que anhelo más que todo!
Y si te tienta me abandono a mis demonios; y a ser
besada por tus labios melancólicos. A sol mi piel, que
sabe a miel de guirnaldas. Los dos desnudos, los dos
locos, los dos tortolos. La espalda dada, tu de frente y
yo sin ojos, no poder verte me entristece; te lo imploro.
Mírame y vuelve conmigo al cosmos, ponme alas,
tenme. Y pídeme que te maúlle como gata por
tejados ya sin luces, que me caiga en tu perfume y
que al besarme te inunde con mi dulce; y que hasta
el dolor me penetre, por dónde mi tinta fluye…
Y que si duele, que el remedio sea quererte; y saber
que por mi mueres dando gritos que despierten a
quienes duermen. Y como gloria que enaltece un
cuerpo imberbe, que me apreses; y me beses y me
beses y me beses; siempre que te pida tenerme.
Que sean bellas las memorias de este otoño, los
dos nosotros dos solos. Vuela mi vientre, súdalo
todo; temblando hierves, tu y yo te adoro. Si somos
novios, serás mi Apolo. Y si te tienta me abandono
a tus demonios; que me matan, sobre tu cama…
A ser amada, con ganas ávidas cárnicas; y a ser
plantada y tallada, dentro del agua, célica ardiente.
Como un capullo de leche que en su tasa se desmalla,
con los pétalos sedientes por una corola mágica. Y
como lazos y dientes que embriagados se batallan
para desenlazar la trama, que tus brazos con mis
brazos se me enreden; y que me dejes atrapada…
¡Como amor y campanadas; y carcajadas de gracia!
Por una plaza casada y flechada por tu duende
verde que me inspira la esperanza, deseo vernos en
presente. Y a mis anchas, endiablada, esculpida en
amatistas y esmeraldas; por las hojas de tus versos
ver mis alas, ornadas como lagrimas de magma…
Yo soy tu Ninfa, tu imagen fílmica, tu prosa viva
creación y tus herranzas. Tu deliciosa manzana y
tú canción de madrugadas placidas. Tus venidas
y llegadas avisadas a mi almohada, tus partidas
nunca largas y tus tramas entre sabanas gastadas.
De entrañas blancas mojadas; yo soy tu rosa del alba.
Y si te tienta me abandono a tus demonios que me
matan; a ser plantada y bien besada como mandas.
A ser tu amada; tu flor de nata…
Picture Silver Lang by Mary Paquet