Ya están volviendo las tórtolas a la ventana que aún sola, entreabierta horas y horas, acoge a las que se posan. Sus alas rozan las hojas, se siente el aire que mandan, entienden ruido y se callan, el humo blanquea la sala; y enamoradas se hablan.
Ya están brotando las rosas del jardín que se secaba, la luz del sol, la esperanza, tras la larga madrugada. El calor entra en la casa y me aviva la coronada, la lluvia en chorros de lágrimas trae del río baldes de agua; y pienso al verso que andaba, cabizbajo cual errata.
– Y en la ventana paradas, como si nada pasara, aún las tórtolas se hablan…
Ya están llegando las horas de encontrar la que buscaba, a quien me espera con ganas, a la llegada del alba. Pasaron años sin calma y carabelas por camas, pero vidas paralelas, siempre terminan juntadas. Y por sus besos clamando, la ilusión desesperadas.
– Y se arriman gorjeando, cuales tórtolas que se hablan…
– Ya están rimando las letras, con las historias cortadas, ya está volviendo mi estrella, a guiarme hasta el mañana; y ya están tocando a la puerta, mientras cierro las ventanas…
– ¡Y en el alero inspiradas, aún las tórtolas se hablan!
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