Las melodías del quebranto…

Y así cerró el escenario, gritos, aplausos, silbidos, manos y un faro en lo alto iluminando los palcos ocupados. Y las cortinas tapando los bostezos y el cansancio, de quien se dio a voz y saltos, cantando. La estrella de un cielo lánguido que en lo oscuro había quedado, reposando el entreacto, con una copa silbando las melodías del quebranto, al que sin quejas ni llantos daba bajo; y piano. Y para no regresar suspirando, con vino manchó su traje blanco y su sombrero de mago; y ante el público, estático, a capela lanzó un te amo.

– Te amo, te amo, te llevo vida en mis pasos, en fuegos quemamos, venimos atados y te traigo en mis cantos, los días soñados, mi bien te extraño, mis tinto y rosado, te amo, te amo…

– ¡Y sin aire se quedó el Teatro, viendo que un sol en pedazos, resurgía de un mi forzado!

– Y se escuchaba el te amo, te amo, pues el público parado rompió el hielo y clamó alto sus palabras, escuchandolo; y te amo, te amo se oyó solo por un rato, pues el coro no paramos.

Hasta que un silencio raro se apoderó de los palcos y en sus sillas se sentaron los más vagos y otros nos quedamos parados, añorando la canción que tarareabamos, rogando para despojarnos. Y el ser levantó sus brazos, los faros lo iluminaron, pujó en llanto el estrellato y gritó, harto…; ¿y por qué no nos amamos?. Ya no logramos ni mirarnos y hay violencia en todos lados. De que piensan que les hablo, de algún calor resfriado, de recuerdos de mi saco, de los pavores dejados, o de quien dio el adiós sin darlo, no en vano.

– ¿A que piensan que le canto, tan inspirados quebrantos, a la vida, o a lo abstracto…?

– Y los vivas resonaron y en la pista vimos tantos, que la voz surgió de un astro y otros te amo, te amo, besos, sonrisas, abrazos y hasta lágrimas errando, vimos partir del Teatro…

– Te amo, te amo, te llamo soñando, de ensueños te hablo, corremos calados, te encanto en un barco, los cuentos bordando, te meto y te saco, por ti están llorando, te amo, te amo…

– ¡Te amo, te amo, nos fuimos cantando; y dejamos el escenario, encendidos, hallándonos!

– Y te amo, te amo, nos decíamos al cruzarnos.